Bote de aguas negras causa problemas en la calle Páez de La Victoria

El Aragüeño
06-06-2011
Simón Jesús López
simon.lopez@elaragueno.com.ve

Un pequeño bote de aguas servidas, que comenzó hace ocho días al norte del municipio José Félix Ribas específicamente en el sector popularmente conocido como El Avión, hoy se ha convertido en una gran calamidad por no haber recibido la oportuna atención de las autoridades competentes. Y es que según afirmaron los afectados: “Hidrocentro sólo vino el viernes con unas guayas cuando la calle ya se había roto y no pudieron solucionar nada por la ausencia de un hidrojet”.

Julio Morfee, habitante de la zona y afectado con este derrame de aguas negras, dijo que “desde hace más de una semana se presentó este bote, que es uno más que se suma a los muchos que hay en la ciudad de La Victoria, es triste que una tanquilla tapada, que se pudo arreglar en 5 minutos, se haya convertido en un enorme bote que compromete la vialidad y hasta la salud”.

“De qué vale que la Alcaldía tape los huecos de la ciudad si cientos de botes de aguas blancas y servidas destruyen las calles por otro lado”, apuntó Morfee, “creo que lo más acertado sería que Hidrocentro cooperara con el gobierno local y se abocara a arreglar el sinfín de averías que se encuentran a lo largo y ancho del municipio, (...) sumado a este bote el que le sigue en magnitud es uno en la calle Rivas Dávila que ya tiene como tres meses”.

Por su parte; Rafael Colmenares, fiscal de una reconocida línea de transporte público, agregó que “si Hidrocentro hubiera actuado a tiempo seguramente no se habría abierto un enorme hueco que tapado por el agua se convierte en una trampa vial, después se aparecen con unas guayas que para nada solucionaron este caso y hay que seguir esperando por un hidrojet para que destapen las cañerías de una vez por todas, (...) ojalá que cuando lo arreglen se les ocurra también tapar le enorme tronera que se formó”.

La opinión de Colmenares fue apoyada por Carlos Freites, directivo de una cooperativa de taxis cuya parada se encuentra frente a la enorme fuga de aguas servidas, quien dijo que “cada vez se hace más difícil trabajar con este olor putrefacto y hemos perdido muchos clientes que pasan de largo para no mojarse con ese fétido líquido que ocupa toda la calle”.

“Esto sin contar la congestión vehicular que ocasiona esta gran laguna”, continuó relatando Freites, “en los últimos días algunas personas optaron por poner unos cauchos sobre un hueco cubierto totalmente por el agua, a fin de evitar que los carros sufran daños al caer en un hueco que se ha tornado invisible. Esta situación produce embotellamientos que comprometen el tráfico en una de las calles más transitadas de la ciudad, empeorando un caos vial que de por sí no es nada fácil en la zona”.

Eneida Alfonzo, comerciante informal que alquila teléfonos en el sector copado por la putrefacción, apuntó que “me tuve que mover de mi punto para no perder la totalidad de mis clientes y hasta me vi obligada a comprar un tapaboca para evitar contraer alguna enfermedad respiratoria, aún así es difícil trabajar con la zozobra de ser empapado por algún carro que pase a alta velocidad por el inmenso pozo de agua con excrementos”.

“El llamado es para la Hidrológica del Centro, pues a ellos les compete acabar con este gran inconveniente a la brevedad posible”, señaló finalmente Alfonzo, “ya muchos comerciantes se han visto afectados y en especial los que venden comida en la zona, conocida como la calle del hambre, es necesario que esta compañía tome cartas en el asunto antes de que esto pase a ser un problema de salud pública”.