Puente deteriorado amenaza a conductores de la carretera Cagua-La Villa

El Aragueño
08-05-2011
Jelliana Corvo Lobato
jelliana.corvo@elaragueno.com.ve

El deterioro que sufre el puente ubicado en la Carretera Nacional Cagua-La Villa, justo en la primera entrada a Cagua, preocupa a dirigentes sociales como a Wísmer Flores, quien alertó a las autoridades sobre el peligro que se avecina en la vía que comunica a la región central con Los Llanos y Oriente.

Para Flores es fundamental que los miembros del Consejo Local de Planificación Pública tomen en cuenta la problemática, y se preocupen por solicitar, ante todos los niveles de gobierno, el financiamiento para los trabajos de construcción del nuevo puente que atraviesa el río Aragua.

El progresivo deterioro del puente preocupa especialmente a quienes habitan en el sector La Línea, a orillas del río Aragua, quienes en varias oportunidades han visto con terror, cómo ha estado a punto de desbordarse y alcanzar sus viviendas, además de desplomar la ya socavada infraestructura, construida hace casi 70 años.

“Las fisuras y espacios vacíos que hoy tiene el puente, representan un peligro, especialmente para los motorizados, quienes en horas de la noche ponen en riesgo sus vidas al transitar por el lugar entre la oscuridad reinante”, explicó.

Asimismo, hizo un llamado a los miembros de consejos comunales para que apoyen esta lucha y ayuden a elevarla ante los organismos competentes, a fin de lograr inversiones a corto plazo antes que la problemática continúe agudizándose.

Carlos González, comerciante y vecino de la zona, explicó que además del deterioro del puente, a diario se enfrentan a los peligros causados por la crecida del río Aragua, que ya ha causado anegaciones en populosos sectores como El Limonal y La Línea, donde habita un promedio de 120 familias.

Denunció que los vecinos fueron burlados, luego que hace seis meses las autoridades enviaran maquinaria y cuadrillas de trabajo para construir un muro de contención, el cual quedó a medias, porque inexplicablemente los obreros se marcharon, y la obra nunca fue concluida.

“Nosotros invertimos recursos para rellenar el área de nuestras casas que colinda con el río Aragua, a fin de evitar que el agua se nos metiera”, explicó.