Las Guacamayas en La Victoria es sinónimo de pésima vialidad

SCARLET BARBERA PINTO
el siglo - La Victoria
fotos | CARLOS PEÑA

En “un mal de nunca acabar” se ha convertido el pésimo estado de la vialidad de la parroquia Las Guacamayas del municipio José Félix Ribas, cuyos vecinos ven con preocupación el hecho de que la temporada de lluvia está cada vez más cerca y las autoridades con competencia en la materia no le hagan un cariñito a sus calles, callecitas y callejones.

“Estamos cansados de transitar caminos de tierra repletos de huecos, que en días de aguaceros como los de las últimas semanas, se convierten un verdadero pantano, por lo que salir de casa para cumplir con la jornada laboral, estudios u otras diligencias se convierte en una verdadera odisea (...) solo rústicos pueden penetrar las encharcadas calles, y es que hasta los carros livianos se quedan a mitad de la vía”.

Coincidieron en manifestarlo las habitantes del callejón El Tanque y el sector Bosque Escondido de Las Guacamayas, María Verenzuela y Rosa Polanco, respectivamente, quienes agregaron que a la falta de asfaltado y cráteres de todos los tamaños se suman los inconclusos trabajos de instalación de un sistema de cloacas que a la fecha ¡ni funciona!. Y es que, según continuaron declarando las entrevistadas, después de años de espera “una contratista que ahora brilla por su ausencia; rompió las calles, metió los tubos y sin concretar las respectivas conexiones con cada una de las viviendas, sellaron las calles de una manera tan improvisada que una enorme zanja se ubica a lo largo de la vialidad, por lo que no hay duda que fue peor el remedio que la enfermedad”.

En ese sentido y teniendo en cuenta que la calle La Mora del sector Dos Caminos es una de las más afectadas por los inconclusos trabajos, no hay que dejar de lado las declaraciones que al respecto emitió el ciudadano Héctor Llovera habitante de la calle Colón de la ciudad de La Victoria, que a diario viaja hacia la parroquia ribense donde labora como cauchero.

“Hay que estar ciego para no darse cuenta del deplorable estado de todas y cada una de las calles de Las Guacamayas y, aunque, irónicamente ello contribuye con mi trabajo teniendo en cuenta que diariamente recibo un aproximado de 8 cauchos que requieren de reparación tras caer en las profundas troneras; impera la necesidad de que el alcalde le eche una manito a esta comunidad en materia de vialidad”.

Así pues, el llamado es al burgomaestre Juan Carlos Sánchez a tomar cartas en el asunto; “estamos cansados de las nulas respuestas y de que el mismo siga brillando por su ausencia ¡ni siquiera! los consejos comunales debidamente conformados en la parroquia han logrado la aprobación de los recursos que permitan solucionar aunque sea la cuarta parte de este problema y otros tantos que nos agobian”.