Escoltas no se salvan

Tal Cual

A la delincuencia no le tiembla el pulso ni para matar a policías activos. De los 25 escoltas asesinados este año, 15 fueron ultimados para ser despojados de sus armas de reglamento

RAÚL ALVARADO

Desde el mes de noviembre del año pasado hasta el corriente han muerto violentamente 25 personas dedicadas al oficio de escolta en el país, la mayoría de ellos encargados de resguardar la vida de políticos, funcionarios públicos o personalidades reconocidas.

Sin embargo, sus muertes no fueron propiamente durante la prestación de tan delicado y peligroso servicio. Las investigaciones han determinado que también han sido víctimas de la delincuencia.

Luis Izquiel, abogado penalista y criminólogo, explica que "lo que está ocurriendo con los escoltas es lo mismo que ocurre con los funcionarios policiales" a quienes los atacan para despojarlos de sus armas de fuego. "La delincuencia está desatada producto de la impunidad, ya a un delincuente no le tiembla el pulso para matar a un policía".

Izquiel recuerda que antes era bastante difícil que se dieran situaciones de este tipo porque un delincuente temía lo que le pudiera pasar si mataba a un funcionario policial, mientras que "ahora actúan con bastante sangre fría y ni siquiera le dan oportunidad al uniformado de defenderse".

Del grupo destaca que la mayoría eran jóvenes que no llegaban a los 30 años de edad. Algunos eran funcionarios activos que se dedicaban al servicio de escolta para obtener recursos adicionales, y otros eran exfuncionarios que veían en esta actividad una forma de conseguir su sustento luego de su retiro como uniformado.

LOS CASOS

Desde hace un año para acá, al menos 25 escoltas han perdido la vida a manos de delincuentes. Algunos se desempeñaban en seguridad privada y otros lo hacían para funcionarios públicos. De ese segundo grupo destaca Miguel Brochero (25), quien se desempeñaba en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) hasta el 16 de noviembre de 2011, cuando cayó.

El 7 de enero fue asesinado Engelbert Rengifo Betancourt (37), guardaespalda de Ricardo Pinza, director de la Alcaldía de El Hatillo. Un mes después, le siguió José Vicente Bastardo (34), protector del gobernador de Monagas, José Gregorio "El Gato" Briceño.

El 4 de marzo fue el turno de Yojham Oliviera (33), quien fuera exescolta del director de orquesta Gustavo Dudamel. Ese mismo día también fue asesinado Exis Martínez (39), funcionario activo de Policaracas y quien se desempeñaba como guardaespalda del diputado del Concejo Legislativo de Aragua José Manuel Lira (PSUV).

El 20 de marzo de este año falleció Néstor Polanco (29), quien le proporcionaba seguridad a Oswaldo Ortega (quien también resultó muerto), pareja de Maira Zamora, alcaldesa de La Cañada, en Zulia.

El 25 de marzo de 2012 fue el turno de Robert Josué Pérez (28), exagente de la PM y también escolta de Ricardo Pinza, director de la Alcaldía de El Hatillo.Fue su segundo acompañante asesinado.

El 26 de abril de 2012 el Cabo 2° de la GNB Alexander José Barrios (25), que se desempeñaba como escolta de un coronel de la GNB. Fue una víctima mas de la lista, a la que se sumaría también el 29 de ese mismo mes Ramón Medina, funcionario de la Policía de Anzoátegui y escolta del gobernador de la entidad Tarek William Saab.

El equipo de escoltas de Henrique Capriles Radonski se vio mermado el 12 de mayo de 2012 cuando fue abatido Edwad Salazar (26).

El 25 de julio de 2012 es abatido otro funcionario, Alexis Barreto (26) del Cicpc y que se desempeñaba como escolta del diputado Robert Serra (PSUV). Al día siguiente, el 26, la víctima fue Yingger Carranza (36) exfuncionario de la Policía de Caracas y escolta del ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.

El 19 de agosto de 2012 fue el turno de Alexis Tovar (26) quien trabajaba como escolta privado. Noviembre se inaugura el 14 con la muerte de Armando Villarroel (32) escolta del viceministerio Integrado de Policía. Y este pasado 17, fue asesinado Pablo Marín Meléndez (43) funcionario del Sebin y también escolta del presidente de Pdvsa.