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domingo, 4 de diciembre de 2016

Los desafíos del relevo de la junta directiva

A Henry Ramos le tocó hacer la avanzada de la oposición en la Asamblea. Conducir la institución en 2017, cuando habrá elecciones regionales en las que algunos diputados tienen aspiraciones, le tocará a Julio Borges, quien se desempeñó como jefe de fracción

MARU MORALES
MARUMORALESP@EL-NACIONAL.COM | @MORAPIN

SIETE DÍAS - EL NACIONAL
3 DE DICIEMBRE 2016 - 11:45 PM


En la foto de la madrugada del 7 de diciembre de 2015, cuando Jesús Torrealba leyó el mensaje a la nación tras conocerse la victoria de la MUD, Henry Ramos Allup no es fácil de ubicar. Está como en la tercera fila, detrás de Freddy Guevara, Omar Ávila y José Guerra. De ahí pasó a la presidencia del Poder Legislativo por votación directa y secreta de los 112 parlamentarios de la bancada.

Luis Vicente León y Félix Seijas concuerdan en señalar que la gestión de Ramos ha sido positiva para él y no ha sido negativa para la imagen de la AN. “Ramos Allup ha aprovechado la simbología de la Asamblea Nacional como foro político y ha logrado meterse en la lista de los cuatro líderes de la oposición con soporte popular estadísticamente significativo. Su imagen ha beneficiado a la Asamblea Nacional. Él ha agregado valor, al lograr que a pesar de ser una institución simbólica y no empírica, la mayoría de los venezolanos se identifique con la AN”, explica León.

Seijas agrega: “La presidencia de Ramos no golpeó a la Asamblea y la AN ha tenido una aprobación importante todo el año”.

Américo de Grazzia (MUD-Bolívar) resalta de la gestión de Ramos su estrategia de puertas abiertas y su capacidad para cumplir la agenda legislativa: “Que los periodistas entren, que se respeten los derechos de palabra, que se llame al PSUV a participar en las comisiones, que sigamos presentando leyes aunque el TSJ las anule, que se debatan los temas que al país le interesan como el hambre, los abusos militares, la escasez de medicinas. Todo eso hay que reconocerlo. Ha hecho un aporte importante”.

Gilberto Pinto (GPP-Sucre), difiere: “En 11 meses, el Parlamento no fue capaz de promulgar un solo proyecto de ley ajustado a la realidad social, política, y económica del país. El presidente de la AN, ha tenido una actitud irresponsable, de espaldas a los problemas. Además ha irrespetado a las representantes de los otros poderes constituidos. Su conducta y su gestión son negativos”.

Julio Borges, el sucesor cantado

La elección de Henry Ramos como presidente de la AN se produjo mediante votación directa y secreta de los miembros de la bancada, pero a partir de 2017 los cinco cargos de la directiva (presidente, dos vicepresidentes y dos secretarios) serán rotativos, para permitir que todos los partidos que conforman la alianza asuman la conducción del Legislativo.

Julio Borges (PJ), actual jefe de la bancada de la MUD, será el presidente el próximo año, acompañado de VP en la primera vicepresidencia, de los partidos minoritarios en la segunda y de AD y UNT en las secretarías

Si 2016 fue complejo para la Asamblea y para el país, las proyecciones para 2017 no son mejores: continuación del cerco gubernamental contra el Parlamento mientras el PSUV siga en el poder, inflación fuera de control y elecciones regionales y municipales (con primarias opositoras incluidas y las aspiraciones de más de un diputado) pintan un escenario complicado. Borges tendrá que hacer uso de cualidades que sus compañeros de bancada le atribuyen como conciliador, dialogante y valiente.

“La fracción ha estado en conexión con el pueblo y Julio ha defendido la necesidad de trabajar sobre la base del diálogo”, destaca Dinorah Figuera (PJ). Oscar Ronderos (AD) resalta que la gestión de Borges permitió poner a la AN en primera plana: “Logramos poner el jaque al gobierno y desnudar las precariedades de la democracia en Venezuela. La Asamblea cambió: trabaja dos días por semana más las comisiones, investiga, debate los problemas de la gente”.

Juan Guaidó (VP) destacó la capacidad de Julio Borges para armonizar a nueve partidos, cuatro fracciones grandes y otras más pequeñas: “Articular todo eso y lidiar con el asedio de los otros poderes ha sido una labor fuerte. El haberle dado prioridad a la unidad, a la coalición para poder avanzar ha sido un rasgo esencial de su gestión”.

Pero también le tocará demostrar que los errores son el caldo de cultivo para el perfeccionamiento. “Creo que para el año que viene habrá que mejorar la comunicación de la bancada. Es fundamental”, señala José Guerra (Independiente). “Debe solventarse la disponibilidad de recursos para el trabajo parlamentario, para la compra de pasajes aéreos, para el pago de líneas celulares, etc., que este año fue obstaculizado desde el Ejecutivo”, aporta Figuera.

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