Ernesto Samper, un negociador con mala fama

Tal Cual
03-12-2016

El expresidente colombiano encabeza Unasur e insiste en el diálogo, a pesar de filiaciones Su paso por la Presidencia de Colombia es recordado como un período de escándalos

Expresidente de Colombia y actual secretario general de Unasur, Ernesto Samper tiene un lugar privilegiado en la mesa de diálogo. Una figura polémica de ambos lados de la frontera, desde que fuese acusado durante su Presidencia en Colombia de haber tenido vínculos con el narcotráfico y haber financiado su campaña con dinero ilícito.

Bogotano de 66 años, asegura que el diálogo no debe ser utilizado con fines partidistas y debe tener reconocimiento, respeto y convivencia. "Nadie se levanta de la mesa", ha insistido en reiteradas ocasiones cuando ha sido entrevistado acerca del proceso. También ha pedido no crear falsas expectativas sobre los resultados finales que el diálogo pueda tener. "En nombre de la Santa Sede, los expresidentes y la Secretaría General de Unasur, apelo a que continuemos esta tarea de forma constructiva para consolidar espacios de confianza en el diálogo, para luego abordar los temas fundamentales".

Tan solo en octubre fue que admitió que la Unasur sí ha planteado su apoyo al revocatorio. Lo hizo en una entrevista en Perú, pero en Venezuela no lo ha ratificado públicamente.

¿UN ACTOR CONFIABLE? Ernesto Samper no inspira confianza en el lado opositor, dada su confesa amistad con el presidente Maduro y su admitida admiración por el fallecido Hugo Chávez. Conocido en su juventud como el alumno más popular y mejor calificado de su promoción, el expresidente colombiano inició su carrera política como coordinador de la campaña presidencial de Alfonso López Michelsen.

Dos años después ocupó la secretaría general del Partido Liberal y fue nombrado por el entonces presidente Belisario Betancur como embajador ante la ONU. Así asciende quien luego fue senador (1986-1990); ministro de Desarrollo (1990-1991) y embajador en España (19911993) en el Gobierno de su antecesor, César Gaviria.

EL PROCESO 8 MIL. La llamada "narcofinanciación" de la campaña que llevó a Ernesto Samper a la Presidencia es para muchos el mayor escándalo de la historia política de Colombia.

Según la Fiscalía, los carteles hicieron aportes superiores a los 4.000 millones de pesos en la campaña. En abril de 1995 nació el Proceso 8.000. Durante más de dos años de investigación la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia pusieron tras las rejas a importantes personalidades de la vida política, entre ellos senadores, diputados, un procurador general, un excontralor, y a varios de los más importantes testaferros del cartel de Cali. El propio presidente Samper fue juzgado y absuelto por el Congreso. Otra suerte tuvieron el ex ministro de Defensa, Fernando Botero; el ex tesorero de la campaña, Santiago Medina, y el ex gerente administrativo de la misma, Juan Manuel Avella.

Durante la mayor parte de su gobierno, Samper tuvo duros enfrentamientos con los militares, como el posterior a la filtración de un documento secreto sobre la posibilidad de despejes para dialogar con las FARC.

Ernesto Samper concluyó su periodo en 1998 y desde entonces ha publicado estudios sobre la globalización y gobernabilidad en América Latina.

Entre el 2002 y el 2012 fue coordinador del Foro de Biarritz.

En 2014 asumió la secretaría general de Unasur, de manos de Alí Rodríguez Araque. Al cargo, cuya duración es de dos años, no se postulará de nuevo. Estará en él hasta enero de 2017.