La partida repentina de la presidenta argentina Cristina Fernández de los actos fúnebres de Hugo Chávez habría ocurrido, según comentarios que circulan en Caracas, por el arribo del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad
Tras su regreso a Argentina poco antes de la medianoche, la presidenta envió poco más de una veintena de mensajes por Twitter. “Cómo me gustaría estar ahí!. No puedo: el calor, mi hipotensión crónica y el médico me lo prohíben”, afirmó la mandataria en uno de ellos.
Fernández había dicho antes en otro mensaje que “lo mío no es protocolar y me iré el jueves”, al tiempo que agregó: “No vine a despedir un presidente, sino a un compañero y un amigo”.
En un texto más, Fernández describió a Chávez como “el mejor amigo que tuvo la Argentina cuando todos le soltaron la mano. Le guste a quien le guste”.
Argentina reclama desde 2006 la extradición de ocho iraníes, entre ellos el actual ministro de Defensa Ahmad Vahidi, el expresidente Alí Rafsanjani (1989-1997) y el excanciller Alí Akbar Velayati, todos ellos con orden de captura internacional avalada por Interpol.
Tras el anuncio del “histórico acuerdo” defendido por gobierno de Cristina Kirchner, la comunidad judía argentina reaccionó rechazando la iniciativa. Israel también se sumó a las críticas.
Argentina ve también la mano de la República Islámica en el atentado que en 1992 voló la embajada de Israel en Buenos Aires, causando 29 muertos y 200 heridos. Teherán siempre negó su responsabilidad en los ataques.


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