POR MI MADRE: El pollo soberano

Tal Cual

Ni las plumas de los pollos se encuentran en los mercados, pero para el gobierno no existe la palabra escasez en los mercados venezolanos, lo que hay en la actualidad es "mucha demanda"

No hay pollo. Simple. Usted va y no encuentra ni alitas. Eso es lo que todo el mundo conoce como escasez. Pero para el gobierno no hay ausencia del producto sino "mucha demanda". Por eso, dicen, vuela de las carnicerías y abastos. Recordemos que estamos en un país "potencia" y absolutamente metido en la soberanía alimentaria.

Pero la realidad nos despluma y nos deja sin algo elemental como un pollo. Ya el ministro Loyo salió asumiendo el barranco y anunciando que importarán más pollos. Una importación soberana, claro... o quizá una soberana importación.

Candidato de la verdad

Elías Jaua ha propuesto que si llega a ganar la gobernación, le dará a Miranda: 1. Más seguridad; 2. Mejores policías; 3. Más y mejor deporte; 4. Infraestructura vial buenísima; 5. Un gobernador de 24 horas que no quiere ser Presidente; 6. Misiones sociales y de Vivienda; 7. Que no haya más damnificados en Guarenas y Guatire ya en 2013; 8. Actividades culturales todos los fines de semana; 9. No expropiar; 10. Trabajar cerquita con Chacumbele para que le dé platica.

Mucho de eso suena chévere. Incluso dice que en Miranda la delincuencia es terrible y tal y que eso se acaba con él siendo gobernador. Claro, cuando su jefe dice que no es que Venezuela sea insegura sino que en el mundo entero la cosa ha crecido, uno pudiera pensar que en Miranda ha crecido porque en todo el país ha crecido porque en todo el mundo ha crecido, y entonces no hay nada que hacer, ni con Capriles ni con Jaua.

Pero más allá de eso uno se pregunta: ¿Cómo creer las promesas de un candidato que el viernes pasado dijo, cuando regresó Chacu de La Habana, que el tipo había llegado "fortalecido y descansado", y agregó que los rumores de que Chacu estaba mal de salud eran chimbos porque él lo vio enterito en Maiquetía: "una vez más la verdad se impone sobre la mentira".

Al día siguiente, sale el jefe y dice que tiene cáncer otra vez, que hay que operarlo, que tiene dolores, que pudiera no juramentarse el 10, y lo demás que ya sabemos. ¿Cómo creerle a Jaua?