Lluvias preocupan a los habitantes del Sur de Maracay

El Aragüeño
12-03-2012
María Carolina Lara
carolina.lara@elaragueno.com.ve

Las lluvias que se presentaron este sábado en diversos sectores del territorio aragüeño, dejaron varias consecuencias que van desde el cierre temporal de la carretera que conduce hacia el municipio Costa de Oro, hasta el colapso de algunos sistemas de aguas servidas en la comunidad José Casanova Godoy, una de las que se han visto seriamente afectadas por los reiterados desbordamientos del río Madre Vieja, que se suscitaron durante el pasado mes de diciembre.

Y es que el temor volvió a apoderarse de los habitantes del Sur de Maracay, entre ellos los de Mata Redonda, La Punta, Brisas del Lago, Cogollal y José Casanova Godoy, este último que con tan sólo una lluvia ya registró afectaciones que son consecuencias de trabajos inconclusos, durante los fuertes aguaceros que se registraron a finales del año pasado.

Tal es el caso de la casa de la familia Escalona, donde el día de ayer tuvieron por sus propios medios que reparar su sistema de drenaje, que se vio colapsado con las lluvias vespertinas que los sorprendieron. Esta situación afloró el temor de lo que les pueda pasar si estas precipitaciones se repiten durante los próximos días.

Entretanto, hacia Mata Redonda, los vecinos del sector afirman no haber sufrido consecuencias por las lluvias de este sábado, sin embargo, se mantienen esperanzados en que el Ejecutivo regional los reubique muy pronto, antes de que inicie formalmente el período lluvioso, puesto que aseguran que esa urbanización no resistirá un invierno como el que se registró el año pasado en todo el territorio nacional.

Informaron que de las mil 43 familias que deben salir de esa zona, 400 ya han sido reubicadas de manera progresiva en urbanismos, que aseguran, brindan condiciones de vida de mejor calidad a la que actualmente les ofrece Mata Redonda y La Punta.

Resaltaron que aplauden la iniciativa del Gobierno Nacional de derrumbar las viviendas que han sido indemnizadas, ya que esto evita la proliferación de invasores o amigos de lo ajeno que suelen utilizar las casas abandonadas como escondite.