Fallas de borde en la carretera frenan verdadero desarrollo turístico en Ocumare, expresó Hernán Uzcátegui.

LUIS ANTONIO QUINTERO | el siglo
fotos | RAFAEL LOZADA

La noche del viernes se registraron varios deslizamientos en la vía a Ocumare

Peñascos cayeron en la maltrecha carretera

Las fallas de borde frenan el desarrollo turístico en Costa de Oro

Vecinos del litoral despejaron algunos tramos para permitir el desplazamiento de los turistas

Hernán Uzcátegui,
comerciante de Ocumare

La población de Ocumare de la Costa y sus alrededores es una potencia desde el punto de vista agroturístico, pesquero y de gente amable con los visitantes, también cuenta con su centro asistencial conocido por todos como el Hospital del Mar, donde han acudido importantes figuras del deporte y ciudadanía en general, pero su gran debilidad es el pésimo estado en que se encuentra la carretera que comunica entre Maracay y la costa aragüeña.

Así lo manifestó a los reporteros de el siglo Hernán Uzcátegui, un comerciante que lleva 14 años radicado en la población y en ese lapso de tiempo no ha visto interés alguno de los gobiernos de turno, tanto regionales como municipales, de meterle la mano a esa importante arteria vial.

Sin pelos en la lengua, el poblador manifestó que a lo largo de la carretera se observan 21 fallas de borde, visuales, esto sin contar las que están ocultas y desgraciadamente frenan el verdadero desarrollo turístico de Ocumare.

“Nuestro gran potencial es el turismo, la producción de cacao y la pesca, pero estamos estancados porque no tenemos una vía de penetración en buen estado”, dijo, mucha gente de Caracas, Valencia y de otras partes del país, quisieran visitarnos todos los fines de semana y llevarse las mejores impresiones.

Expresó asimismo que en la carretera se observan tres grandes fortalezas. Desde la Alcabala de la Guardia Nacional hasta el río La Trilla, el visitante puede disfrutar de los encantos de las montañas del parque nacional Henri Pittier.

Allí pueden respirar aire puro y sentir además frío en algunos tramos llegando a la cumbre. Después de La Trilla hasta el arco de Ocumare, se ubica como especie de un valle y al ingresar a la población el turista comienza a sentir las olas del mar y el sabroso olor del pescado. Es otro mundo, apartado de la contaminación sónica y del bullicio de la gente como es la gran Caracas.

Si el Gobierno -dijo- estuviera interesado en el desarrollo turístico y económico de los ciudadanos que viven en Ocumare de la Costa movilizarían maquinarías y cuadrillas de obreros para el mantenimiento de la carretera.

Propuso que se reúnan los alcaldes de Mario Briceño Iragorry y el de Costa de Oro, con el gobernador Rafael Isea Romero y los comerciantes. También se incluya en la mesa de diálogo a los ingenieros del Ministerio de Transporte y Comunicaciones. En ese encuentro se planteen alternativas para mejorar la vialidad.

Una de las medidas que considera viable es la limpieza inmediata de los canales de drenaje y reparar las fallas de borde, no esperar a que la vía colapse, pues de lo contrario más de 13 mil habitantes quedarían incomunicados por vía terrestre.

Por otro lado, adicionó que hay intenciones de reparar los puentes de los sectores Balonche, Santo Niño de Atoche I y II, pero sólo está plasmado en papel.

Comentó asimismo que Rafael Isea asumió ese compromiso y todo se quedó en “palabras bonitas”. “Yo como verdadero revolucionario y creyente en las propuestas del presidente de la República, Hugo Chávez Frías, invito al camarada gobernador a que se siente con su pueblo a discutir la grave problemática de la carretera de Ocumare de la Costa.