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domingo, 7 de febrero de 2016

Iris Varela, la sobreviviente del Gabinete

Tal Cual
06-02-2016
PODEROPEDIA


Chávez creó para ella el Ministerio de Asuntos Penitenciarios en 2011, y ha sido una de las pocas fichas que ha resistido los cambios en el tren ejecutivo

Los seguidores del expresidente Chávez describen a Iris Varela como una valiente militante que defiende con las garras sus ideales.

Para sus detractores, es la antítesis de la mujer venezolana y la personificación de todo lo que no debe ser una figura política. Lleva siempre el cabello ensortijado, el ceño fruncido y los improperios en la punta de la garganta. No le cuesta ofender, acusar, cuestionar y amenazar y, aunque para otros personajes públicos representaría una mancha en su carrera, a Iris Varela su actitud iracunda y personalidad agresiva le alimenta el mito de dama fiel al proceso revolucionario, leal a sus ideales y combativa ante la injusticia.

Aunque ya con un historial largo de víctimas, la Iris Varela intolerante recorrió el país en noviembre de 2007 a través de un video de la Televisora Regional del Táchira, desde donde se grabó su intempestiva presencia durante la transmisión del programa que el periodista tachirense Gustavo Azócar transmitía desde ese medio radicado en San Cristóbal.

Lanzó los muebles al suelo, lo maldijo y lo golpeó en el rostro.

María Iris Varela Rangel nació el 9 de marzo de 1967 en San Cristóbal y tiene 12 hermanos. Desde principios de los 90 manifestó fuertes críticas por el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, entonces presidente de la República, y apoyó abiertamente la intentona golpista del 4 de febrero. En una entrevista para TalCual publicada en 2007 aseguró que su padre siempre formó parte del Partido Comunista y que debió crecer soportando los constantes y violentos allanamientos policiales a los que se exponía su familia.

En noviembre de 1992, ya graduada de abogada en la Universidad Católica del Táchira, Varela tuvo un parto por cesárea en la sede de la Cruz Roja de San Cristóbal. Su hijo vivió durante 15 días. En varias entrevistas la política denunció mala praxis médica.

Quince años después de ese parto prematuro, Varela mantuvo la defensa de lo que considera una tragedia personal.

En 2007 el periodista Gustavo Azócar publicó el libro Historias negras de los próceres rojos: la Comandante Fosforito. Allí había un relato llamado La madre que no pudo ser y en la que explica, sostenido con fuentes anónimas y sin evidencias claras, que el comportamiento agresivo y el odio manifiesto de Varela se debe a la muerte de su hijo durante un parto complicado. El hecho enfureció a María Iris, por entonces diputada a la Asamblea Nacional, y provocó destrozos en el plató del programa Café con Azócar.

UN CARGO PARA ELLA

Además de tener una larga lista de agresiones físicas contra políticos y periodistas y de haber propuesto quitarle la nacionalidad venezolana a los extranjeros que no apoyaran el proceso revolucionario, Iris Varela se destaca por haber ganado todas las elecciones parlamentarias a las que se postuló desde 1999 hasta la fecha. En 2011, solo siete meses después de ser electa una vez más diputada por el estado Táchira, Varela dejó su cargo para asumir el ministerio que Hugo Chávez creó para ella: servicios penitenciarios, la única solución que el mandatario nacional encontró como respuesta a la sangrienta crisis carcelaria que se desprendió en el Rodeo I y dejó al descubierto los problemas de hacinamiento, insalubridad y desasistencia gubernamental en la población penitenciaria.

Varela, solo con alguna especialidad en Criminalística, se comprometió a darle solución a los más de 35 mil hombres y mujeres recluidos en los centros de reclusión de la nación. No dejó de generar controversia.

Ahora sus improperios y verbo incendiario habían quedado de lado.

Los medios privados se concentraron en la crisis carcelaria que persistía pese a la creación de un ministerio. Hasta 2013 Varela debió asumir los baños de sangre en La Planta, estado Miranda; Uribana, en Lara; el Centro Penitenciario de Los Andes, en Mérida y Sabaneta, en Maracaibo; motines en la Ciudad Penitenciara de Coro, el internado judicial de Monagas y el centro de arrestos preventivos de Cumaná.

Su política de desalojo penitenciario se repitió en Lara, Zulia y Mérida; generando en sus capitales soluciones rápidas a la extorsión de los reclusos y presencia de grupos parapoliciales al servicio de los líderes negativos de esas cárceles. Pero además, los centros a donde llegaban los miles de reclusos provocaron mayor hacinamiento, como en Tocorón, Tocuyito y la Penitenciaría General de Venezuela. Para acelerar el control penitenciario, Varela presidió la creación y ejecución del plan Cayapa, un programa de censo y revisión de detenidos que incluso podía acelerar el proceso judicial de cada recluso.

Con ello, en 2013 salieron libres más de cuatro mil 500 reclusos en todo el país.

Bajo su gestión, la cárcel de Uribana, hoy llamado David Viloria, y los centros de reclusión de Barinas, Portuguesa y Trujillo están bajo el denominado régimen penitenciario, que se fundamenta en el control del centro por parte del Estado y no de los reclusos. En 2014 Varela volvió a los titulares cuando los internos y familiares del David Viloria sostuvieron un enfrentamiento con los custodios. El hecho dejó un familiar muerto y dejó entrever la brutalidad a la que se someten los delincuentes presos que antes sometían a otros reclusos con menos poder.

A mediados de 2014 y en medio de una aparente tranquilidad carcelaria, a Iris Varela la denuncian de nepotismo al nombrar a su hermana, María del Carmen Varela Rangel, como directora del ministerio de Servicios Penitenciarios. Poco después de publicado ese nombramiento en Gaceta Oficial, denunciaron a Varela por tráfico de influencia y concierto para delinquir.

Abelardo Díaz, diputado a la Asamblea Nacional por el partido Copei, interpuso una investigación en su contra en la Comisión de Contraloría al demostrar que la ministra otorgó al menos siete obras de forma directa, es decir, sin previa licitación, a la empresa MM Ingeniería y Construcción, C.A., cuyo accionista, según Díaz, es José Gregorio Maldonado Noguera, su exesposo.

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