Con armas largas y granadas atracan un banco y una joyería casi en simultáneo en Caracas

6 julio, 2015 | por Airam Fernandez | @airamfernandez
Efecto Cocuyo

Caracas vivió dos atracos casi en simultáneo. Uno en Bello Monte, bajo amenazas con armas largas; otro en Chuao, también con armas y un plus explosivo: una granada que no fue detonada.

A las 10:15 am de este lunes 6 de julio, el primer suceso empezó con un tiroteo en las afueras de una sede del Banco de Venezuela. Ocho delincuentes protagonizaron un intento de atraco. Puertas adentro, los clientes de la agencia quedaron como rehenes, sometidos por cuatro de los hombres; mientras, afuera tres se enfrentaban a funcionarios de Polibaruta, en una balacera que duró más de diez minutos, cuentan testigos.

Justo en ese momento, Francellyn Palacios, de 27 años, estacionaba su auto cerca del banco, cuando delincuentes y policías comenzaron a disparar. “Yo tenía que hacer un trámite, pero no alcancé a bajarme del carro porque me agarró el tiroteo. Conmigo estaban mis primitos pequeños y del susto se vomitaron. No supe qué hacer, empezamos a retroceder y todos gritábamos. En eso un policía se da cuenta de que estábamos ahí y se acercó a auxiliarnos. Nos ayudó a bajarnos del carro y nos escoltó hasta una tienda cercana. Ahí nos encerramos y no salimos sino una hora después, cuando nos autorizaron. Todavía estamos todos traumados“, cuenta la joven.

Cerca de las 11:00 am, los delincuentes que estaban afuera lograron escapar pero dejaron una bolsa negra cargada con gruesos fajos de billetes. Los cuatro de adentro fueron apresados, mientras otro se entregó voluntariamente, dijeron las autoridades policiales en el sitio. Al lugar también acudieron efectivos de la Guardia Nacional, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y del Cicpc, para prestar apoyo.

Las autoridades no terminaban de resolver este primer suceso, cuando en las redes sociales se reportaba otro hecho similar, no muy lejos de esa zona, en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco.

Sobre esta situación, aún no hay información oficial. Ni siquiera las víctimas y testigos quieren hablar, tras presenciar el momento en el que cinco delincuentes armados con granadas ingresaron a la joyería Tarax Gioilli en el nivel C1 de ese centro comercial. Amenazaron a los clientes y empleados del local con detonar los explosivos y así se llevaron más de 7 kilos de oro, reportó la periodista Yasmín Velasco.

Cerca de las 2:00 pm, la tienda ya había retomado su jornada. Al teléfono, un hombre de voz carrasposa, que se identificó como el dueño, fue tajante: “No quiero declarar a periodistas. Ya pasó todo”. Las vendedoras de una zapatería contigua dijeron que se enteraron de lo ocurrido “después”, pues estaban limpiando vitrinas: “No vimos nada de nada”, señaló una de ellas, también vía telefónica.