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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Putin aprende de Maduro

Tal Cual

Putin sigue el ejemplo que Caracas dio y se pone a Rusia de sombrero. El rublo se derrumba ante un dólar que avanza a paso de vencedor. Atribuyen la crisis a la caída en precios del petróleo y a la aventura militar en Ucrania

MARIO SZICHMAN Nueva York/ Especial para Tal Cual

Hay ciertas escenas registradas en el curso de esta semana en Rusia, que tienen un cierto tufillo venezolano. Según la agencia noticiosa Reuters, en una casa de cambios de Moscú el empleado informó a un cliente que el dólar se cotizaba a 85 rublos.

Cuando el cliente le señaló que en la puerta del local se anunciaba una paridad de 80 rublos por dólar, y que la tasa oficial era de 60 rublos por dólar, el empleado le respondió: “Las cosas cambian a cada minuto. Los clientes vienen y compran al precio que sea. Nadie desea quedarse con rublos en su bolsillo”.

Ayer, el rublo bajó un 11 por ciento de su valor en relación al dólar, la peor caída desde la crisis financiera de 1998. Ha perdido un 20 por ciento en el curso de la semana, y más de un 50 por ciento en lo que va del año.

The Wall Street Journal informó que residentes de Moscú salieron en tropel a comprar artículos electrónicos y otros productos caros y sacaron rublos de los cajeros automáticos para adquirir dólares y euros. “Desde San Petersburgo hasta Siberia”, dijo el diario, las casas de cambio se quedaron sin divisas extranjeras y acrecentaron sus tasas de cambio.

El Banco Central de Rusia incrementó las tasas anuales de interés en un 6,5 por ciento y ahora llegan al 17 por ciento anual. El propósito es apuntalar el rublo.

“La demanda es enorme. Los clientes están trayendo grandes pilas de dinero” para canjear la divisa nacional por monedas fuertes, dijo la gerente de una sucursal de la institución financiera Sberbank de Moscú. Esa sucursal se quedó sin divisas extranjeras poco después del mediodía de hoy.

Famosas marcas internacionales, como IKEA y Apple señalaron que la caída del rublo había afectado sus operaciones. Apple frenó la venta de sus productos online debido a la volatilidad del rublo. IKEA anunció que aumentará el precio de sus productos.

En Rusia todavía no han salido a la calle los inspectores de precios justos. Al parecer, es un ejemplo bolivariano que las autoridades del Kremlin se niegan a seguir.

La decisión del Banco Central de elevar sus tasas de interés podría traer efectos contraproducentes, dijeron analistas financieros. Se pronostica que Rusia entre en recesión para el 2015, al aumentar el endeudamiento. Inclusive antes del alza en las tasas de interés, el Banco Central indicó que la economía podría contraerse en un 4,7 por ciento en los próximos meses si el crudo sigue cotizándose alrededor de 60 dólares el barril.

ROGANDO AL CIELO

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, como su homólogo de Venezuela, tiene esperanzas de que Diosito lo escuche y se registre un fenomenal aumento en los precios del crudo. Las autoridades de Moscú necesitan que la cotización del petróleo supere los 100 dólares por barril para balancear el presupuesto estatal. El gobierno de Venezuela requiere una cifra similar, o algo mayor, aunque basta que le ofrezcan a un funcionario chavista la posibilidad de gastar, para que el cielo se convierta en el límite.

Muchos comentaristas observan con cierto desconcierto la súbita crisis financiera que afecta a Rusia, y que nada parece detener. Es como una repetición de la hecatombe de 1998, que desalojó del poder a Boris Yeltsin, predecesor de Putin. Además, otra crisis parecida convirtió al líder soviético Mijail Gorbachev en una figura casi decorativa, antes del colapso del régimen, registrado el 26 de diciembre de 1991.

Por ahora, Putin no corre el riesgo de ser desalojado del Kremlin. El presidente, que llegó al poder en 1999, y tuvo un interinato como primer ministro, antes de retornar al cargo que hoy detenta, cuenta con una robusta popularidad de más del 80 por ciento desde que Rusia volvió a ocupar la península de Crimea en marzo, arrebatándosela a Ucrania.

La mayoría de los grandes negocios del estado se hallan en poder de sus amigos, y la disidencia política es duramente castigada aunque, más astuto que otros gobernantes rusos, Putin siempre acusa a sus adversarios de cometer delitos económicos.

Pero la popularidad no siempre calibra bien el lugar que ocupa un líder en la sociedad de su país. Similar apoyo poseía George W. Bush cuando decidió la invasión de Afganistán, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Y no olvidemos que Adolf Hitler siguió siendo enormemente popular entre los alemanes hasta el mismo día en que decidió suicidarse en su bunker de Berlín con su esposa, Eva Braun.

La aventura militar de Putin en Ucrania, y su respaldo a los separatistas, trajo represalias económicas de Estados Unidos y de la Unión Europea. Y realmente fue un duro golpe al bolsillo. Pero cuando el crudo se cotizaba alrededor de 100 dólares el barril, el impacto era menos duro. Ahora, la situación podría cambiar.

Y Estados Unidos intenta aprovechar la ocasión. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, prometió que su país y la Unión Europea estarían dispuestos a eliminar las sanciones económicas a toda velocidad, si Putin atenúa las tensiones con Ucrania y acata los compromisos emanados de los acuerdos de tregua a fin de hacer la paz con el gobierno de Kiev.

Pero los sectores duros de Rusia podrían aprovechar la confrontación para agudizar el conflicto. Ya el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov declaró a una emisora de televisión francesa que si el presidente de Estados Unidos Barack Obama firma un proyecto para convertir en ley las actuales sanciones al régimen del Kremlin, “Rusia no solo sobrevivirá, sino que se fortalecerá aún más”.

Conociendo la historia de Rusia, la bravuconada de Lavrov tiene visos de realidad. Falta saber qué ocurrirá en las próximas semanas y meses. Entre tanto, Putin y su combo parecen seguir el ejemplo que Caracas dio.

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@mszichman

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