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viernes, 19 de diciembre de 2014

“Este país va a cambiar”

Tal Cual

Luis José Uzcátegui, psiquiatra y antropólogo nos trae una buena nueva, nos dice que viene una Venezuela feliz, abundante y segura, que las condicione están dadas y la acción inteligente es la clave

Esperanza Márquez

–¿Qué aprendió el venezolano en estos últimos años?
–De lo que ha pasado en Venezuela en los últimos 3 quinquenios llega una experiencia que es consecuencia de que el país, el pueblo, el venezolano estaba decepcionado, muy apático, abatido, entonces aparece el mito que la realidad nos está diciendo era un mito, un mito ineficiente, donde no había sustento para que se generara un país diferente.

–¿Qué tenemos en este momento?
–Una situación similar a la de tres quinquenios atrás, pero agravada, porque en aquella oportunidad Venezuela no había llegado al infierno de este momento.

–¿Qué es lo prudente y sensato?
–Darnos cuenta que el humano cuando se encuentra en estas situaciones tan difíciles y duras tiene recursos que son los que lo hacen humano de verdad y es así porque puede aprender de la adversidad, puede encontrarse con la opción de reflexionar y preguntarse qué pasa, hasta cuándo esto, chequear cuál fue su responsabilidad y estamos hablando del pueblo como tal. Una de las salidas más inteligentes que tienen los pueblos, y me refiero a Venezuela concretamente, es que pueden unirse en un intercambio de alegría con sobriedad, de cheverismo con templanza, de versatilidad con seriedad y encontrar una respuesta a esta desgracia.

–¿Cuál sería esa respuesta?
–Una movilización gigantesca que pueda orientarse a darle piso, sustento, soporte a un modelo político, económico, social y militar que realmente nos lleve a la modernidad. Esa opción la tiene el pueblo porque en el momento que decida salir como todo un gigantesco hombre a resolver situaciones, aplasta todo. De modo que eso es lo que deberíamos empezar a ver con mucha sobriedad de pensamiento.

–¿Qué necesitamos para que el pueblo resuelva esta situación?
–Hay que buscar la manera cómo la sociedad genere esa cohesión y que la genere sobre la base de una motivación que puede ser personal, colectiva y, por otro lado, es indispensable que exista la cabeza y eso lo deberían entender los líderes políticos, pero esa cabeza no puede estar siendo representada por algo insulso, incierto, impreciso, hazmerreír, hipócrita, necesitamos que se genere algo de cohesión en el liderazgo venezolano para que esa cabeza sea el gran motivador de esa movilización y así vamos a encontrar, sin duda, en muy poco tiempo una sociedad mucho más estable, creativa, más productiva y que va a resolver de la mejor manera este caos que deja muchas tragedias. Los líderes, aunque sea por piedad al pueblo, deben ponerse de acuerdo en lo fundamental.

–¿Cómo se hace con un pueblo que pareciera resignado?
–Aplastar la resignación que es peligrosísima, que es esa dependencia al mensaje negativo, hay que confrontarlo y cuando nos dicen que esto es una tragedia, una barbarie no quiere decir que yo no tenga la opción de ser un individuo libre y plantarse y decir que se puede ir por encima de esa circunstancia que es real, pero que no puedo doblegarme a que me aplaste. Hay que buscar cómo generar esa posibilidad de vida más digna para la inteligencia, porque en la medida que estamos resignados a una tragedia se nos convierte en una vida indigna para la inteligencia, muy primaria.

–¿Lograremos el éxito?
–Históricamente después de la adversidad, de la tragedia, del caos, de la templanza, de la lucha viene el éxito. Nadie logra el éxito con la francachela, la corrupción, con el apoderamiento de lo que no es de el. Tenemos dos dimensiones sociales gigantescas en potencia: el pueblo que se puede dar cuenta de que ha pasado por la adversidad, por equivocarse y ahora lo que le viene es la opción de futuro. La otra dimensión que es la de los gobernantes y de los líderes que están en la transgresión, en la corrupción; la historia siempre señala que esos individuos no pueden llegar al futuro y al éxito.

–¿En este momento cuál es el escenario para el pueblo?
–Que abra los ojos y se dé cuenta de que ya estamos quemados de adversidad y que ahora lo que nos queda es el aprendizaje para una sociedad mucho más estable, más equitativa, más futurista y lamentablemente los que han disfrutado de esta maleficiencia que ha sido esta desgracia socioeconómica, política que Venezuela ha pasado en los últimos quinquenios gracias a los dirigente oficialistas y otros no oficialistas pues, obviamente, van a tener que sentir el latigazo de la realidad, de la historia y de la verdad.

–¡Usted es un optimista!
–Pero el optimismo montado sobre la realidad humana, porque qué humano no lucha, no sale adelante, no se va por encima de las circunstancias y en este momento la pelota está en el campo de la sociedad civil, nosotros decidimos qué hacemos, inclusive, la sociedad civil se puede enfrentar al mundo militar y hasta dialogar. La necesidad es alertar a los líderes de que hay un pueblo que tiene una cantidad de fortalezas que hay que estimularlas y que es el momento exacto. La gente tiene avidez de que alguien le diga cómo puede participar para el futuro de nuestra sociedad.

–¿En dónde estamos en este momento en Venezuela?
–En el momento más maravilloso, el pueblo tiene todos los recursos porque está pasando por adversidades y no hay nada que enseñe más al humano que el error. El pueblo dice "tenemos" que salir de esto y esa energía hay que aprovecharla.

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