ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

miércoles, 17 de diciembre de 2014

"Aquí hay apartheid"

Tal Cual

Héctor Valecillos combina su sapiencia de economista con la investigación histórica para dejarnos su más reciente libro Sísifo en la Tierra de Gracia, un inquietante recorrido por la vida democrática venezolana desde sus primeros pasos de la República hasta la última etapa del chavismo en el poder que califica como "trágicamente destructivo"

HECTOR LANDAETA

Héctor Valecillos combina su sapiencia de economista con la investigación histórica para dejarnos su más reciente libro Sísifo en la Tierra de Gracia, un inquietante recorrido por la vida democrática venezolana desde sus primeros pasos de la República hasta la última etapa del chavismo en el poder que califica como "trágicamente destructivo".

"Bolívar, que fue un extraordinario observador de su época, se dio cuenta rápidamente que muchas de las propuestas democratizantes de los líderes del movimiento de emancipación eran artificiosas, ya que las mismas eran esencialmente imitativas de las que se aplicaban ¬con éxito desigual- en otras sociedades más avanzadas y requerían condiciones de cultura cívica claramente ausentes entre los venezolanos de la época", precisa Valecillos como contexto de los comienzos difíciles de la civilidad venezolana.

Y ya tras un largo recorrido histórico y plantado en el presente, hace un claro llamado: "No se trata sólo de salir del chavismo y retomar la senda de la democracia, si no se toma conciencia, especialmente entre las elites del país, que la democracia es un régimen sumamente exigente en su configuración institucional y modo de funcionamiento, que no todo es cuestión de ir a elecciones".

El camino es denso en este trabajo de Valecillos y pasa por el siglo XIX venezolano y la imposibilidad de la democracia; la cultura democrática y el igualitarismo; el golpe del 45 y su significación política; ingreso fiscal petrolero y regímenes políticos y la esencia de nuestros días: petróleo, democracia y chavismo.

–Vamos de lo particular a lo general. ¿Cómo han afectado los gobiernos de Chávez y el de Maduro a la democracia?
–De un modo trágicamente destructivo. Los esfuerzos de ambos presidentes han estado encaminados a la eliminación de las formas de vida democráticas, intentando sustituirlas por un régimen neocomunista, el "mar de la felicidad". En esto han sido, sin duda, muy eficaces y sus resultados están a la vista. El sistema reducido a meras formalidades que sirven sólo a propósitos propagandísticos, instaurando un auténtico régimen de apartheid, que ha convertido a todo aquel que discrepe o critique al gobierno en un ciudadano de segunda o tercera, sin derechos reales y sujeto a la represión abierta. Y para agravar las cosas, ha destruido las bases de la economía nacional, remachando su subdesarrollo y dependiente de importaciones masivas cada vez costosas. El colmo de esta labor nefasta ha sido la destrucción de PDVSA, subordinada a propósitos políticos, nacionales e internacionales, del gobierno, que han matado la antigua gallina de los huevos de oro del país.

–¿Qué pasó que tras cuarenta años de vida democrática, pareciera que todo se derrumbó? ¿Qué nos dejó la llamada Cuarta República?
–Es muy difícil dar una visión comprensiva de esa experiencia, que suma 40 años y es compleja, en pocas palabras, sin embargo, creo que merecen resaltarse dos hechos. Primero, ella se inició en condiciones realmente auspiciosas debido a dos razones principales, por un lado los efectos positivos de la modernización económica, con su desarrollo de la burguesía y las clases medias; y dos, el acuerdo entre los factores políticos decisivos de entonces por lograr rehuir a la forma de gobierno hegemónica que se intentó implantar entre 1945 y 1948 y evitar la pugnacidad política extrema.

–¿Qué dejaron los gobiernos de AD y Copei?
–Puede afirmarse sólidamente que los tres primeros gobiernos ¬Betancourt, Leoni y, en cierto modo, Caldera I- avanzaron adecuadamente en la configuración y fortalecimiento de la democracia, y sus gestiones mostraron logros innegables que contribuyeron a ampliar el respaldo popular a la democracia. Desde el lado del pasivo, esas administraciones subestimaron importantes tendencias que se fueron desarrollando y que permitían anticipar problemas graves. De ellas deben resaltarse: la partidización enfermiza de la vida pública, la obsesión estatista y el populismoclientelismo desaforado.

–¿A partir de cuándo comienza a producirse ese quiebre?
–Precisamente debido a la manifestación de estas tendencias, a partir del gobierno de CAP I se pierde el rumbo y la economía y la sociedad comienzan un proceso de degradación que se fue acentuando con los años. Como resultado en los últimos veinte años de esas administraciones el país presenció la implantación de lo que, en el libro, llamo un régimen de expoliación social que combinó estancamiento económico prolongado (a pesar de las grandes bonanzas petroleras), empobrecimiento acelerado de la población, acentuación de las desigualdades, gasto público irracional y retrogradación política.

–Chávez llega montado en la ola democrática y pese a que su gestión es destructiva como dice gana elecciones sucesivas. ¿Cómo se explica eso?
–No olvides que a partir de 1983 el crecimiento rápido de la pobreza, la inflación sin control, las dificultades para obtener em pleo y el deterioro de los servicios públicos, que no preocupaban realmente a la clase política, consolidaron una abierta desafección por el sistema político. De este modo sucedió en Venezuela lo que ha ocurrido en muchos países que confrontan severas crisis de liderazgo: que grupos importantes de la población alienaron su voluntad a un líder carismático que les ofrecía resolver sus problemas. El resto lo puso la inescrupulosidad del golpista convertido en gobernante, que se vio favorecida por la rápida recuperación de los precios del petróleo, lo que le permitió ahondar en la política clientelar, ahora presentada bajo la forma de misiones de ayuda a los pobres.

–Pero siendo un populista logra fuerte apoyo popular...
–En un país en que, como ya señalamos, la gente venía siendo ablandada por un perseverante discurso clientelar, que niega el valor del esfuerzo personal de todos los días para mejorar la situación de las personas, si un gobernante dispone de un billón (millón de millones) de dólares, que puede usar discrecionalmente, es muy difícil que ello no redunde en un apoyo multitudinario a su gestión al frente del gobierno. Cosa que se agravó porque los dirigentes de los partidos, en especial de AD y COPEI, se inhibieron de toda crítica a esta atosigante demagogia, convertidos más bien en extraños observadores de la política, temerosos la mayoría de ellos de que Chávez los llevase a un nuevo Jurado de Responsabilidad Administrativa, como el de Betancourt en 1945, juzgándolos por corrupción. En conjunto, estos hechos dieron una gran ventaja a los esfuerzos de ese Presidente para destruir la democracia, o, mejor, lo que quedaba de ella.

–¿Qué beneficios dejó la llamada Cuarta República a favor de la democracia?
–Básicamente, dos hechos de gran trascendencia, que en absoluto respondieron al deseo de establecer un régimen de ese tipo. Por un lado, la pacificación del país, con su liquidación del caudillismo militarista y la imposición férrea de una disciplina sobre campesinos y trabajadores urbanos. Del otro, el inicio de la exploración y explotación comercial del petróleo. El primer elemento citado sentó las bases para que las relaciones sociales discurrieran sin la amenaza de la anarquía y la violencia. El segundo, contribuirá a que, por vez primera en el país, se configure el Estado nacional centralizado, en forma que éste pudo asumir funciones claves que, en el pasado, se ejecutaban muy parcialmente. No debe olvidarse que por obra de los ingresos petroleros en expansión tanto la economía nacional como el fisco experimentaron transformaciones muy positivas. En conjunto, esos factores se expresaron en una aceleración de la modernización económica, que constituye claramente un prerrequisito del desarrollo democrático.

No hay comentarios:

Publicar un comentario