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viernes, 19 de octubre de 2012

EFICIENCIA

SEBASTIÁN BOCCANEGRA - Tal Cual

Una de las promesas hechas por el reelecto es la de ser eficiente en su tercer mandato. Es un ofrecimiento difícil de creer, visto lo visto hasta la fecha, pero la esperanza es lo último que se pierde. Sin embargo, los anuncios hechos el pasado martes por el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, de un plan gubernamental para recuperar galpones vacíos no abona a favor de la referida esperanza. La razón es muy sencilla.

Dicen que van a invertir 1.050 millones para recuperar los galpones y montar fábricas en ellos, al mismo tiempo que desde Guayana los trabajadores de las industrias del aluminio protestan porque no les pagan su quincena, además de que buena parte de las celdas destinadas para producir el metal están fuera de funcionamiento.

¿Es posible creer la promesa de Menéndez cuando las llamadas empresas básicas están en esa situación tan lamentable? Sidor fue nacionalizada hace pocos años y no era, para el momento, precisamente un galpón abandonado, pero la producción ha caído de manera sostenida desde que Chacumbele y sus pupilos le pusieron las manos. Otra área de la economía que ha sufrido la eficiencia gubernamental es la industria eléctrica. Edelca era una empresa eficiente que generaba beneficios. No era un galpón vacío pero va en camino.

Lo mismo se puede decir de Cadafe, rebautizada Corpoelec. El maquillaje que significa cambiarle el nombre no ha servido para que los apagones desaparezcan. Otra empresa que no era un galpón vacío y que hace pocos años fue tomada por los rojitos es Agroisleña, hoy Agropatria, donde la gerencia la tiene postrada. A Conviasa la Asamblea Nacional le tuvo que aprobar un crédito adicional para poder pagar sus gastos corrientes, entre ellos la gasolina de los aviones.

Lo mismo sucedió en el Centro Genético Florentino, donde las vacas paren pero los reales no aparecen. Los galpones vacíos seguramente les llenarán los bolsillos a algunos.

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