Pdvsa, récord triste

Tal Cual

Chávez no aumentó los precios del petróleo, si pudiera hacerlo lo habría elevado a más de 200 dólares el barril, pues no alcanzan los actuales 100 dólares, por su parte Pdvsa acumula el hundimiento de un barco de perforación y el récord de más de 50 muertos en una refinería

JOSÉ SUÁREZ NÚÑEZ

En diciembre de 1998 el crudo venezolano amaneció a 8,05 dólares el barril y la cesta de exportación de la OPEP estaba en 9,79 dólares, el WTI estadounidense a 11,72 dólares y el Brent del Mar del Norte cerraba el precio del barril a 10,06 dólares. El diferencial de los precios venezolanos y mundiales mantenía una brecha de entre 3 y 5 dólares.

No era nada irregular. En 1985, como previo aviso de la recesión de 1986, los precios de los crudos de la OPEP bajaron a 8 dólares el barril. En esos años la oferta de la OPEP al mercado mundial era de 15 millones de barriles diarios, y para los efectos de la comparación, en el 2012 el bombeo de la Organización es de unos 33 millones de barriles (más del doble).

Es una fabula, o una mentira, decir que el gobierno del presidente Chávez al asumir el poder "puso orden en la OPEP". Es una vanidosa declaración imposible de repetir en las reuniones internas de la OPEP, porque saben que no es cierta.

Si el Gobierno venezolano tuviera poder para subir el precio del petróleo ya lo habría hecho. No estaría el barril en 100 dólares. Ya el presidente Chávez habría impulsado el precio a más de 200 dólares el barril, porque los 100 dólares actuales no le alcanzan para mantener el ritmo de su gobierno y las ayudas extranjeras, de distintas modalidades.

CUENTO DE HADAS

En el primer encuentro con un pueblo soñoliento hace 13 años el régimen estableció su poderío en el manejo mediático. Había mentirillas por todas partes y con frecuencia medias verdades. La otra fabula fue decir que elevó el precio de las regalías a las empresas extranjeras de 1% por ciento a 16%, cuando expropió a las empresas transnacionales.

No es cierto. En los acuerdos iniciales para otorgar los campos de la Faja del Orinoco, para lograr inversiones de 16.000 millones de dólares y que regresaran las compañías extranjeras, firmaron cláusulas con el atractivo de un pago de regalías de 1% con la condición de que se revisarían inmediatamente después que los costos de producción de la Faja bajaran a un promedio de 13 dólares el barril, incluyendo las ganancias de los inversionistas. Así estaban en las cláusulas, firmados y refirmados por el Gobierno y las compañías.

No era ninguna nueva nacionalización. Aquella nacionalización de 1976 sí fue peleada, porque los contratos de las concesiones a las compañías vencían en 1983 y el gobierno de Pérez y los partidos oposicionistas querían que la nacionalización se adelantara para 1976.

Cuando la administración del presidente Chávez, alrededor de 2005, les dijo a las transnacionales que subiría la regalía a 16% ninguna se opuso, claro que no les gustaba, pero no se opusieron porque el gobierno reclamaba lo que habían acordado. Sólo tuvieron que sacar las cuentas. Un simple papeleo burocrático que arreglarían los bufetes y los fiscales de Hacienda.

¿Y LA VARITA?

¿Quién derribó los precios en el 2009, que se hundieron de 143 dólares desde julio de 2008 y cayeron a 29 dólares a principios del 2009? ¿Por qué la política petrolera del gobierno de Chávez no detuvo ese batacazo con su varita mágica de influir en el mercado petrolero mundial? Se ha descubierto en los últimos 13 años que los pronósticos del Gobierno no aciertan, pero tampoco rectifican.

Como compensación modifican las fechas de los proyectos, reciclan los comunicados de meses anteriores, amontonando cifras inexactas. El público no tiene suficiente memoria y muy poca gente lee las notas petroleras.

Desde el 2005 anunciaron el proyecto de Siembra Petrolera en la Faja del Orinoco, con producciones de cifras astronómicas de 4 y 5 millones de barriles diarios, incluyendo inversiones de 100.000 millones de dólares. Sólo han alcanzado en la Faja 100.000 barriles diarios en 7 años, y no han podido aumentar un solo barril de crudos sintéticos para la exportación.

En ese intervalo, entre los desastres de Pdvsa, se incluyen el hundimiento de un barco de perforación en el golfo de Paria y el incendió en la refinería de Amuay (una de las más grandes del mundo) con récord de más de 50 muertos, cientos de heridos y muchos desaparecidos.